Soy ingeniero y tengo un buen trabajo con expectativas de
futuro, no dependo de nadie, estoy casada con la persona que amo y comparto con
él mí día a día, tengo grandes amigos y una familia maravillosa. He hecho
siempre todo lo que me he propuesto cambiando los muros por desafíos y metas
por triunfos. Si hoy miro atrás solo puedo estar orgullosa de todo lo que he
conseguido y de donde he llegado, no ha sido fácil. Por eso estoy muy
agradecida, agradecida a mis padres, a mis profesores y a mis amigos, a todas
las personas que me han ayudado a ser como soy, ya fuera alentándome o
poniéndome barreras, porque sin vosotros no estaría donde estoy, ni sería quien
soy. Gracias.
¿Hacemos una pequeña prueba? Si echáis la vista atrás ¿De
qué os sentís más orgullosos?, a que es difícil quedarse con un solo momento… y
cada vez recuerdas más… intenta quedarte con uno solo y sentir lo que sentías
cuando sucedió. A que ahora te sientes bien, a gusto, tranquilo o eufórico,
pero bien… En la vida habrá cosas que no salgan, lo importante es no
arrepentirse de las decisiones tomadas y darle más valor a lo que nos hace
especiales, a lo que nos hace sentir bien, aunque a veces puedan más las
derrotas. Piensa que toda mala decisión en el presente puede convertirse en la
mejor decisión de tu vida en el futuro.
Hay cosas que no he cumplido antes de los treinta, pero en vez de centrarme en lo que no hice, en lo que no logré, me siento muy orgullosa de todos mis méritos. Os pondré un ejemplo, siempre he pensado que me equivoqué estudiando ingeniería informática, pero si no lo hubiera hecho, no conocería a mi marido, no tendría este trabajo que me encanta, y no disfrutaría de muchos de mis mejores amigos. No me arrepiento de la decisión que tomé en ese momento. ¿Habéis hecho el ejercicio? ¿Qué os ha parecido?
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